Gran parte de las enfermedades actuales poseen un tratamiento, gracias al estudio minucioso, es posible identificar las dolencias en base a los síntomas de los pacientes y efectuar los procesos para su recuperación. Pero, algunas enfermedades suelen no mostrar síntomas hasta que el daño es irreparable.
Una organización que sabe el peligro de esta enfermedad
Los tratamientos e innovaciones en el campo de la salud han permitido mejorar la salud y curar a pacientes que antes se consideraban casos perdidos. Sin embargo, el peor enemigo que posee el ser humano, es el descuido, ocasionando el contagio repentino de otras enfermedades entren de en nuestro organismo.
Los insectos, suelen ser uno de los medios más frecuentes en el contagio de enfermedades con mayor tasa de mortalidad para el ser humano. Sin embargo, parásitos como las pulgas o garrapatas son considerados en este caso, el mayor riesgo con las bacterias que pueden llegar a transmitir a las personas.
La bacteria Borrelia burgdorferi, se puede considerar como uno de los mayores ejemplos, originando una enfermedad con un amplio caso de pacientes infectados en países como Estados Unidos, España y algunos lugares de México, la borreliosis de lyme o enfermedad de lyme.
Esta enfermedad, transmitida a través de una garrapata o cualquier insecto infectado con la bacteria, ocasiona casos frecuentes de fiebres, gripes o resfríos, pasando en ocasiones como un simple malestar, o llegando a no presentar ningún síntoma.
El lyme es conocido por presentar tres etapas, la primera, que mencionamos anteriormente, por el poco peligro que representa, se evita la asistencia de un médico, ocasionando la propagación de la enfermedad. Logrando que la borreliosis de lyme avance a las siguientes etapas.
Incapaz de mostrar algún indicio, transcurriendo semanas o meses, una vez que segunda etapa se muestra se identifican síntomas relacionados al debilitamiento de los músculos del rostro, miocarditis, dolores en el cuerpo, y complicaciones al respirar.
La asociacion pacientes lyme, tiene la fuerte creencia de que en la tercera etapa, en donde la enfermedad suele agravarse ocasionando daños físicos y neurológicos, puede ocasionar una cuarta por la persistencia de la bacteria en el organismo.
Con los tratamientos intensivos aplicados, que van desde semanas hasta los meses, esta enfermedad puede tratarse adecuadamente. No obstante, es de carácter obligatorio, realizarnos pruebas a fin de cerciorarnos que la bacteria no se encuentra presente en nuestro cuerpo.